Bienvenida

Un nuevo blog, llamado historias...

Tal vez leas de alguien que te he contado, tal ves leas tu historia. Algún punto donde tu historia se ha cruzado con la mía. Tal vez no sea como tu la recuerdes, ni como yo lo hago... el tiempo va borrando ciertos detalles, pero la esencia permanece.

viernes, 22 de marzo de 2013

Primer Mudanza...

Hay cuatro cosas que me han cambiado completamente la vida: dejar la ciudad natal de mis padres (La Chona, Jal.), entrar al FLC, estudiar Psicología y vivir el DF.

Y como el título lo sugiere, fue la primera vez que me alejaba de todo lo que conocía.  Literalmente todo:  Mi familia, mi escuela, mis compañeras de vida (primas), mi casa, mi calle, mis vecinos, mi tierra, mis costumbres, mi perro, mis rutinas, el rancho, el aire, el sonido de las campanas de la iglesia, la comida y cuidado de mi tia chula...

Era algo necesario, yo no quería... me sentía muy muy sola.  No tenía con quien jugar, después llegaron las vecinas y primas... pero nada como mis compañeras de vida.  Anhelaba el fin de semana para ir a visitarlas, quedarme con ellas, jugar, platicar. 

Repetí 3ro de Kinder... era raro.  Ya no había rancho.  Extrañaba eso.  a cambio había escaleras eléctricas, juegos electrónicos, elevadores, tiendas grandes, helados, una ciudad grande.  Un mundo distinto.

Vivir lejos implico alejarme, pero ver el mundo con otros ojos, descrubrir cosas nuevas.  La escuela en la que estuve, las personas que conocí ahí.  La forma de ver las cosas, de pensar las cosas y hacerlas.  El panorama era más amplio: más escuelas, más lugares que visitar, más personas.

Primer mudanza, a la calle del prado 207-int 2. Col. Jardines del Moral.   Lo recuerdo muy bien.  viví ahí casi 9 años. Ahí lloré la extrañeza de estar más sola, de comenzar a escribir mi historia.  De conocer personas nuevas. 

Fuimos a dar a León por el trabajo de mi papá.  Y fue una desición que nos cambió la vida. Adaptarnos fue sencillo.  Hubo personas que al principio nos acogieron, después nos dieron la espalda.  Pero no fueron indispensable.  No tendría familia allá, pero me hice de buenas amistades.  Que algunas permanecen en el tiempo y el espacio. 

El desarrollo personal que todos en la familia tuvimos se reflejó en muchas cuestiones. Yo puedo decir que si no hubiera cambiado de ciudad, mi forma de ver las cosas, de actuar, pensar y creer sería muy distinta.  Ciertas ideas misóginas y machistas perpetradas en la tradición familiar hubieran echado raíces profundas en mi sistema de creencias, entre otras cosas. 

En mi primer mudanza, aprendí a dejar cosas atrás, a afrontar los pequeños problemitas que nos pone la vida, que cada vez son mayores...  Los vínculos y lazos familiares se hacían cada vez más débiles, no se han roto; sólo son blandos, delgados transparentes.

Pero, a pesar de que los vínculos sean débiles... hay algo que me liga a esa, mi tierra natal.  Son los ancestros, las amistades, la tranquilidad o la zona de confort que representa...



2 comentarios:

  1. Que bonito relato, me hizo acordarme de varias cosas que he vivido y me pude identificar en varias cosas; te quiero mucho y te extraño, espero que estés muy bien, se muy feliz, lo mereces.

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  2. "Uno vuelve siempre a los viejos sitios en que amó la vida".

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