Bienvenida

Un nuevo blog, llamado historias...

Tal vez leas de alguien que te he contado, tal ves leas tu historia. Algún punto donde tu historia se ha cruzado con la mía. Tal vez no sea como tu la recuerdes, ni como yo lo hago... el tiempo va borrando ciertos detalles, pero la esencia permanece.

sábado, 20 de abril de 2013

Sobre mis tias


No tengo abuela… se nota. Tuve tres tias abuelas maravillosas, ahora solo tengo dos. Son muy cercanas, importantes, especiales para mí.  Una parte de mi educación moral y humana la hicieron ellas. 

Convivir con la madre tierra, pisar la tierra.  Acostarse el pasto, las piedras, jugar con el lodo, subir arboles, pisar el mundo sin barreras entre la planta de tus pies y la arena, las piedritas que se encajaban al dejar caer el peso de mi cuerpo sobre ellas al caminar.  Y no sé si este autorizada yo a escribir sobre ellas, así que lo haré de la forma más general posible, desde mi perspectiva de sobrina. 

Mi tía Eva es… un ejemplar del que se rompió el molde.  Para mí es peculiar: los males que la aquejan, la forma en la que ve las cosas, su estrecha relación con la iglesia.  Tiene una coraza tan dura y difícil de penetrar. Tal vez es por su historia y todo lo que le ha tocado vivir.

Sé casó? No se casó? Yo no lo se de cierto, no es algo esencial, pero ha tomado el rol masculino en la casa, es ella quien lleva la comida, que toma las decisiones y hace el trabajo fuera, en la tienda.  Hace unos 15 años, la tienda era un gran negocio, se surtía cada jueves.  La competencia era poca, estaba muy surtida y en realidad la ropa que se ofertaba en todas partes no mostraba gran variedad. 

Desde que me acuerdo siempre ha estado cercana a la iglesia.  No se si en base a eso gire su vida, pero si es un eje importante en su rutina, va a misa temprano, solía dar cursos de xv años y de confirmación.  De una u otra forma busca educar moralmente desde donde se encuentre. Y en los ultimos años se ha estrechado más.  Se relaciona mucho con los parrocos y los circulos allegados a la iglesia y lo que tiene que ver.  No es algo que juzgue, simplemente no concuerdo con visión moralina, ultraconservadora y derechista con la que comulgan.  

Es de un caracter fuerte, es orgullosa, y hasta cierto punto misteriosa.  Para mí es una mujer que se ha hecho dura con el tiempo, se ha visto en la necesidad de no mostrarse debil en ningun momento porque tiene miedo de en alguna ocasión necesitar de alguien.  No puedo sentir si no respeto, amor y gratitud por ella, por ambas en realidad. 

Está en contra de los homosexuales, del matrimonio entre personas del mismo sexo, en contra de la cotorrez, de la libertad, (yo lo concibo como libertad, pero para ella es libertinaje) contra que las mujeres estudien más allá de la carrera, está en contra de la ropa corta y escotada, de pensar más allá de lo que los padres digan, pero también: esta en contra de la gente huevona, que dice mentiras, la gente hipocrita y sucia.  

Tiene un gran ojo para conocer a las personas, como una especie de rayos equis.  Yo creo que tiene genes de bruja, o hechizera, o algo paranormal.  No es que sea rara, pero tiene habilidades distintas... Viajes astrales y premoniciones, y dice que recuerda desde que tenía meses de edad. 

Sabe mucho, de todo tiene algo que decir.  De vez en cuando usa chingaderas en en lenguaje y otras palabras que no son bien vistas socialmente, y nunca calla su opinión aunque hiera sensibilidades.  A veces no se mide en lo que dice y termina lastimando.  

Mi tía Maria Luisa.

Ella es más hogareña, aunque la cocina, he de decir, a ninguna de las dos se les da tan bien como en algun momento se le dio a mi tía Teresa. Ella tiene un taller de costura, hacia muchos vestidos de niña, y luego empezó a hacer ropa de mujer y de señora.  Nunca hace cosas escotadas, no vaya a ser que Dios la castigue por hacer que las mujeres "enseñen las pechugas" (así lo dice literalmente).

Nunca se casó. Dice que por mensa.  Y se arrepiente. Se arrepiente día y noche.  Yo creo que por eso va tanto a misa.  Debe sentirse culpable.  Lee mucho, o bueno leía mucho.  Lo bueno es que nunca veía telenovelas, solo el chisme rosa.  Y después de verlo rezaba el rosario por tanto pecado que cometían las artistas (eso lo supongo).  

Al igual que mi tía Eva, es mujer de Dios. No fuma, no toma, no se droga, no anda de loca. Va a misa todos los días, reza el rosario, no sé que pecado puedan cometer.  

Regresando a que nunca se casó, justo por eso planea macabramente evitar que alguien más sufra la desdicha de quedarse sin casar, o peor, quedarse a vestir santos.  Y eso, no me excluye a mí.  Desde que tengo uso de razón, se me ha inculcado de parte de ambas, pero más de ella, que una mujer debe cocinar, limpiar, barrer... y debe casarse y tener su casa limpia. 

Lo de mi tía es eso... incitar al sacrosanto matrimonio, las buenas costumbres, y el bien vestir. Cosas que hasta no hace mucho no me molestaba.  Pero después comenzó a frustrarme.  Que si tenia novio, que si no.  que como me vestia, que dejaba mi cuarto echo un desmadre, que si no sabia lavar mi ropa. etc.  Sigo cargando sus traumas.  Yo digo que se pichen la terapia, porque en realidad me frustra.  Lo que ellas quieren y desean que yo haga no es lo que yo quiero.  

Es más, no se si me quiera casar, si quiera tener hijos, si quiera tener mi casa limpia.  Y si no? Realmente me frustra la posibilidad de quedarles mal. Y no es que quiera quedarme a vestir santos (Yo creo que desvestirlos es más divertido). Pero es algo que no sé si quiera. Así que ... la terapia es necesaria. 

En sí, mis tias son las abuelas que no tuve.  Pero yo creo que si no se hubieran quedado a vestir santos ni mi mamá, ni mis tíos, ni mis primos, ni mi hermana, ni yo hubieramos tenido la infancia tan feliz que tenemos (digo tenemos porque a veces me resisto a abandonarla.). Hicieron una labor de crianza maravillosa. 

Yo creo que somos afortunados por tener a estas mujeres en nuestra familia, aunque no sepamos verlo.  Para mí es admirable el trabajo de educación que hicieron.  Y es bueno, al menos para mí, contar con esas bases extremadamente conservadoras con las que hoy sé que no estoy de acuerdo, pero ya tengo los argumentos con los cuales debatir y criticar. 

Si, son parte vital en mi historia.  Crecí con ellas.  Aprendí de ellas.  Cuidaron de mí y velaron porque estuviera bien, y lo siguen haciendo, a la distancia y a su manera.  Aunque me cueste entender sus motivos, es su forma de expresar que me quieren (o eso quiero creer yo). 



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