Bienvenida

Un nuevo blog, llamado historias...

Tal vez leas de alguien que te he contado, tal ves leas tu historia. Algún punto donde tu historia se ha cruzado con la mía. Tal vez no sea como tu la recuerdes, ni como yo lo hago... el tiempo va borrando ciertos detalles, pero la esencia permanece.

viernes, 23 de mayo de 2014

Es de la tierra, es del agua.

No sólo es una persona, no sólo es una mujer o una niña.  No sólo es psicóloga. Es más fácil decir lo que no es, que lo que es en realidad. Intentaré descifrar todo lo que ella podría ser, parte de su misterio, de lo que hay intrincado en su esencia.

Si hubiera que describirla en un color sería un azul turquesa, o tal vez color violeta.  Tiene el misterio en la mirada, pero es imposible ocultarle algo a los ojos de rayos x.  Puede decodificarte en un abrir y cerrar de ojos.  A veces no hay necesidad de hablar.  Sólo basta estar un momento cerca.

Debes dejarte ir, fluir con el ritmo impredecible.  Es necesario saber que las reglas son de goma.  No son cosas que sean rígidas. Hay que intentar entenderla, sin esperar hacerlo. Tiene la nostalgia en las venas.  Nació en un día lluvioso, ¿qué puedes esperar?.  No es que sea triste, guarda la alegría para los momentos realmente alegres.

Es como madre, es como hija.  Es como un niño que juega, que se asombra.  Es de la tierra, es del agua, fluye como el aire.  Fluye como el agua.  Es ardiente como el fuego, es destructiva como el fuego.  Su voz puede decir las palabras más sabias, o vociferar imprudentemente amenazas. 

Ella es una con la tierra.  Siente la tierra a cada paso.  Vibra con el mundo, baila su ritmo.  Es una bruja, es una maga o hechicera.  Nació de un trueno en medio del bosque, de las gotas de la lluvia, nació del crujir de un árbol. 

Tiene el misterio en el mirada, la nostalgia en las venas.  Su alma no tiene forma, hay pedazos de otras almas cosidos con hilos de colores.  Tiene heridas: unas suturadas, otras cicatrizadas, unas fueron cauterizadas por el fuego que incendiaba su ser, y otras siguen abiertas.


Es un grito que hace eco en el bosque, una llama que juega a hacer sombras, a encender las hogueras más ardientes, que destruyen y renuevan.  Es de fuego en las venas, de agua en la voz, seda y piedra en la piel. Tiene ojos de filigrana dorada, de pies descalzos y ásperos.   Corazón de roca, de vidrio y papel, de cicatrices allanadas por el paso del tiempo.