Bienvenida

Un nuevo blog, llamado historias...

Tal vez leas de alguien que te he contado, tal ves leas tu historia. Algún punto donde tu historia se ha cruzado con la mía. Tal vez no sea como tu la recuerdes, ni como yo lo hago... el tiempo va borrando ciertos detalles, pero la esencia permanece.

sábado, 24 de octubre de 2015

Enamorarse...

Escuchaba una canción de otros tiempos.
De distintos labios.  De otros ritmos y miradas.
No evito recordar y sonreír.
Mis pasos siguieron otros caminos.

Sin embargo me recuerdo enamorada.
La sensación de flotar sobre el suelo.
De como los minutos parecían segundos,
y se iban entre las manos.

Por momentos olvido los tragos amargos.
Las lágrimas de sal,  las noches sin dormir.
la intranquilidad.

Pero me recuerdo enamorada.
Sin pensar en el futuro, ni en el pasado.
Sólo sintiendo.  Sin angustias de abandono.
sin mentiras de por medio.

Enamorarse... es apendejarse.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Letras al fuego, letras al viento...

Son palabras tan vacías como mis manos que no sostienen nada,
como el aliento que de cuando en cuando se me va.
unas letras que llegaron y se acomodaron, sin sentido.
Y me confieso con lánguida alegría, con pesado entusiasmo.

Arrastro tu recuerdo a donde voy, tus cadenas atadas al alma
mis pies atrapados en tus caminos.
Mis sueños retraidos a tus sombras.
Labios exhiliados, pupilas lejanas y sollozantes.

Estas letras se van al fuego, se van al viento.
Se convierten en vacío de vacío, en polvo de nada.
En cenizas del quizá, en renuncia, en denuncia de palabras.

Y vas del te extraño al té extraño, extraño.
Hace falta tu color en el blanco y negro de una hoja con letras,
el rojo vivo de tus venas punzantes.

Me lance al exilio de tus caricias, de tu voz y de tu aliento,
te exilie de mis lágrimas y mis sonrisas, de mis sueños y mis caminos.
Te guardo en lo efímero de un tal vez, de un beso al viento,
de mis palabras en la arena y el hielo.

Te amé... pasado perfecto, presente incierto.

domingo, 30 de agosto de 2015

El que elige renuncia.

De las elecciones, las decisiones, los caminos.  Lo bueno, lo malo y lo real.
No es sencillo elegir, tampoco renunciar.  Queremos tener todo: salud, dinero, amor, felicidad, comodidad, belleza, estatus...

Yo dejé el amor para después, el estatus para nunca, el dinero para cuando lo necesite, y la comodidad para cuando quiera estancarme.  Seré sincera, fue una decisión sumamente difícil.
Las situaciones llegan de forma inesperada, repentina y sorpresiva.  Como baldes de agua con hielos, brisa salada o un trago amargo.  

La vida, sin embargo, es un conjunto de emociones, sabores y colores; de matices variopintos, de contrastes.  Sin adversidades no hay apreciación.  Sin amargura, ¿cómo sabremos disfrutar del dulce de leche? Sin la carencia, ¿cómo hemos de conocer la bonanza?
Lo contrario del amor es el miedo.  
Sentima hacia la soledad. Estoy, aquí, ahora, conmigo, en mí y por mí. 

viernes, 21 de agosto de 2015

Sobre nadie en específico

Que doy miedo.  Que soy una gran mujer, poseedora de una mirada que es imposible pasar por alto, una presencia que no pasa desapercibida.  Madura, sin la paja que caracteriza a muchas mujeres, decidida.  Directa, de conversación fluida, de palabras firmes.  Con las convicciones bien puestas.

De vulnerabilidad en los labios. De vulnerabilidad al amar.

viernes, 17 de julio de 2015

Vivi forta, Sentima.

Vivir fuerte, sin miedo.

He entendido que el miedo frena, pesa y no permite avanzar.  Que nos desgasta el alma, el cuerpo y la mente.  Que para vivir, hay que ser fuerte, vivir fuerte.  Avanzar de frente y sin mirar atrás.  Sin contemplar miedo alguno. Confiando en sí mismos.  Los demás van y vienen. Sobrará quien te quiera y quien te odie.

Vivir fuerte será el resultado de decisiones, de hábitos y sueños por cumplir.  Vivir fuerte es tener convicción, fe y entrega.  Vivir fuerte es la pasión que se desborda en las venas, ser muralla de bronce.

Sentima es un estado, una forma de afrontar la vida, es la grandeza de reconocernos pequeños y confiar en algo más grande que nuestra humanidad, sin dejar de lado nuestras posibilidades y capacidades.

lunes, 13 de julio de 2015

Gratificante Escición

Comenzaré por agradecerme a mí misma.  A mis pies por mover el peso de mis cargas innecesarias, por caminar veredas empedradas, peligrosas y dolorosas.  A mis piernas por mantenerme fuerte, por permanecer firmes y disponibles a donde quiera que decida ir.  Por aguantar las jornadas largas y pesadas.

Agradezco a mis caderas, a mi vientre, a mi ser mujer, por querer mantenerse digna, valiosa, por permanecer intacta y plena a pesar de los lodos por los que hemos pasado. Reconozco la fuerza de mi estómago, por albergar mariposas de vez en cuando, y sobrellevar avalanchas de emociones, hasta hacerse insensibles.
Agradezco también a mi hígado y riñones, por librarme de la toxicidad de lo que entra a mi cuerpa, por limpiar mi sangre de elementos que me perjudican, de cosas que son innecesarias para vivir.  A mis pulmones, por llenarse de lo vital, por permanecer fuertes, por dejarme suspirar por lo bello y por lo poco grato.

Corazón: gracias por latir tan fuerte cuando hay emociones, por arrastrarme hacía los caminos más recónditos e inimaginados. Por romperte y sanarte, y romperte y sanarte, y romperte y sanarte. Por padecer de ceguera emocional, transitiva e impulsiva.

Mi boca jamás permanecerá callada, grita lo que se siente, lo que se piensa y lo que se arraiga. Me nutre.  Me mete en líos. Me transforma y transforma lo que es alcanzado por mi voz.

Los nudos en la garganta que han trozado partes de mi alma. Sin ellos, mi alma sería blanda, sin la fuerza que le hemos infundido.

Los paisajes más bellos, las miradas más cercanas y certeras, las lágrimas más dulces y más amargas. Me han dejado percibir el mundo, la vida, mi vida.  Cegados a veces, ciertos otras tantas.  Hermosas ventanas de un alma dual, de claroscuros naturales y profundos.

Unas manos que tocan, que estremecen. Que rasguñan y se aferran. Que expresan, poniendo palabras donde hay  impulsos neuroquímicos y eléctricos.  Manos que han tocado el cielo y se han quemado en los fuegos mundanos, en los fuegos de almas inciertas.

Vieja compañera del mundo, ave de paso, Alma, espíritu: Eres yo. Eres yo y te veo frente a mí.  Tu vasto conocimiento, tus suturas viejas, tus heridas nuevas.  Tus caídas a pozos vacíos, tropiezos con piedras que conoces bien.  Alma mía que has perseverado, que nos hemos arrastrado en la inmensidad del abismo de los miedos, que hemos sobrevolado la plenitud y la paz.  Que persiste, que resiste.  Alma que guerrea hasta el fin.

Alma etérea, efímera- eterna. Dicotomía de enfoques, conjunto de experiencias pasadas, semi-ocultas de la consciencia.  Alternancia de tiempos...

martes, 5 de mayo de 2015

Extraño

Extraño el arroz con leche.  El olor de la cocina, lo lleno del refri, de los cajones de las galletas, extraño los dulces Laposse después de desayunar un huevo tibio con una tortilla quemadita.

Extraño tus cabellos canosos, tu vaso de leche, tu olor.  Extraño pasearte en silla de ruedas, y comer un sandwich de helado. Escucharte contar tus historias, las historias mías. El paseo en camión de la Chona a León para recibir una vacuna y visitar a mi papá.  Que me oligaras a desayunar en el kinder.

Atte.
Pedazo de muchachilla pistueca.

viernes, 1 de mayo de 2015

Los hombres también lloran, y las mujeres vemos porno


En un mundo dicotómico, donde el rosa es excluyente del azul, y lo femenino de lo masculino. Donde escondemos en el armario el deseo sexual, el disfrute del placer, dilapidamos el goce y las ganas de echarnos un macho (o macha, o mujer, o lo que cada una guste).

La clítoris, las pezones, el cuello, los muslos, la piel.  Roces, mordidas, besos, besos húmedos, imaginación, hielos, plumas, tela, lazos...  Sentir rica, cosquillitas, que se hagan agua los labios, que se ericen los poros.

Sentir, disfrutar, regocijarse, satisfacerse, retozar.  Nos lo negamos, porque eso es de putas.  Así como los hombres se niegan llorar de alegría, o desmoronarse ante la incertidumbre, o se niegan asombrarse por cosas sencillas, porque eso es de viejas.

Una reflexión simple: Darnos permiso de sentir, de explorarnos, de vivirnos más allá del género.