Extraño el arroz con leche. El olor de la cocina, lo lleno del refri, de los cajones de las galletas, extraño los dulces Laposse después de desayunar un huevo tibio con una tortilla quemadita.
Extraño tus cabellos canosos, tu vaso de leche, tu olor. Extraño pasearte en silla de ruedas, y comer un sandwich de helado. Escucharte contar tus historias, las historias mías. El paseo en camión de la Chona a León para recibir una vacuna y visitar a mi papá. Que me oligaras a desayunar en el kinder.
Atte.
Pedazo de muchachilla pistueca.
Las personas que son parte de mis historias, quienes han dejado aprendizajes, anécdotas. Son mis historias, escribir sobre mi es terapéutico. Me es necesario poner las piezas de mi rompecabezas en orden, comprenderme a través de la mirada del otro, comprenderme en esta interacción de vida. Cada tramo recorrido, cada paso y lugar han sido claves para ser quien hoy soy.
Bienvenida
Un nuevo blog, llamado historias...
Tal vez leas de alguien que te he contado, tal ves leas tu historia. Algún punto donde tu historia se ha cruzado con la mía. Tal vez no sea como tu la recuerdes, ni como yo lo hago... el tiempo va borrando ciertos detalles, pero la esencia permanece.
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