No es sencillo elegir, tampoco renunciar. Queremos tener todo: salud, dinero, amor, felicidad, comodidad, belleza, estatus...
Yo dejé el amor para después, el estatus para nunca, el dinero para cuando lo necesite, y la comodidad para cuando quiera estancarme. Seré sincera, fue una decisión sumamente difícil.
Las situaciones llegan de forma inesperada, repentina y sorpresiva. Como baldes de agua con hielos, brisa salada o un trago amargo.
Las situaciones llegan de forma inesperada, repentina y sorpresiva. Como baldes de agua con hielos, brisa salada o un trago amargo.
La vida, sin embargo, es un conjunto de emociones, sabores y colores; de matices variopintos, de contrastes. Sin adversidades no hay apreciación. Sin amargura, ¿cómo sabremos disfrutar del dulce de leche? Sin la carencia, ¿cómo hemos de conocer la bonanza?
Lo contrario del amor es el miedo.
Sentima hacia la soledad. Estoy, aquí, ahora, conmigo, en mí y por mí.
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